Los Vinegar Valentines: cuando el amor se convierte en odio

Siempre que pensamos en la festividad de San Valentín victoriana nuestra imaginación nos lleva a un mundo de flores, querubines, poesías y tarjetas tan ornamentadas que dejarían perplejo al romántico más exigente.

En La Casa Victoriana hemos dedicado varios artículos a las tradiciones, curiosidades y protocolos del día del amor por excelencia. Pero hoy nos adentraremos en un escenario más oscuro que sentimental, el de los Vinegar Valentines, tarjetas insultantes que en vez de transmitir amor incondicional propagaban odio sin fin.

¿Qué eran losVinegar Valentines?

Los Vinegar Valentines eran tarjetas de felicitación satíricas y ofensivas que se popularizaron a mediados del siglo XIX, con el nombre de Comic Cards o Insulting Cards. Este tipo de tarjetas, a diferencia de las postales tradicionales de San Valentín que expresaban amor y afecto, estaban diseñadas para burlarse y ridiculizar al destinatario y contenían un verso mordaz o una caricatura que pretendía humillar a la persona a la que se referían.

Como no podía ser de otro modo, y tal y como ocurre en la actualidad, habitualmente se enviaban de forma anónima, siendo los remitentes un caballero o una dama, ya que el despecho y la venganza por haber sido rechazado no tenía género.

Los materiales para engalanar las tarjetas románticas como encajes, tul, lazos y flores secas desaparecían para dejar unas cartas impresas en papel barato, desprovistas de todo boato. Las ilustraciones eran de mal gusto, incluso groseras y los poemas que las acompañaban eran sarcásticos y realmente desagradables, aludiendo, con un supuesto tono humorístico a algún defecto físico, discapacidad o rasgo de carácter del destinatario.

También se enviaban notas haciendo referencia a la profesión del receptor de la carta, su estatus social o a alguna desgracia que le hubiera ocurrido. Muchas de estas postales se hacían por encargo y estaban personalizadas para poder causar el mayor daño posible a la persona a la que iban dirigidas.

¿Por qué el nombre de VinegarValentines?

El nombre viene de la práctica de utilizar vinagre para teñir las tarjetas y darles un aspecto envejecido. Esta técnica consistía en sumergir la postal en una mezcla de vinagre y agua, lo que no sólo añadía un tinte distintivo, sino que también ayudaba a preservar el delicado papel. Lo ideal para una tarjeta de buena calidad era que el papel tuviera un toque púrpura, ya que durante la época victoriana, el color púrpura simbolizaba la riqueza y el lujo. Ese matiz de color diferenciaba un papel caro de otro que no lo era.

Sin embargo, los pigmentos morados eran bastante caros y poco accesibles para la población en general. Por eso se recurría al vinagre, un ingrediente doméstico fácil de conseguir, para crear una alternativa económica. Las propiedades ácidas del vinagre reaccionaban con ciertos tintes para producir un tono púrpura. Esto permitía imitar la suntuosidad asociada al púrpura sin arruinarse.

Efectos de la recepción de unaVinegarValentine

Cuando alguien recibía una tarjeta desagradable por San Valentín no solo se sentía insultado y humillado, sino que teniendo en cuenta los despiadados mensajes que podían contener feroces amenazas y perversos comentarios personales, podían crear un estado emocionalmente angustioso para el destinatario.

Además, como la carta era anónima, la víctima se sentía acechada y acosada sin tener la certeza de quien de todos los que la rodeaban podían albergar tanto odio hacia ella y, al mismo tiempo, mostrar una actitud cariñosa en su presencia, creando un estado de miedo constante que podía tener consecuencias a largo plazo en el bienestar mental de las personas implicadas.

En una sociedad tan encorsetada como la victoriana, la recepción de este tipo de tarjetas no siempre creaba una conexión de compasión con el destinatario sino que servía para levantar todo tipo de susceptibilidades, sospechas y rumores incluso entre los más allegados al destinatario. Amigos, conocidos e incluso parejas sentimentales podían distanciarse debido al contenido hiriente de estas tarjetas.

Contenido de las VinegarValentines

El lenguaje de las flores
Durante la época victoriana, el lenguaje de las flores se convirtió en una forma popular de transmitir sentimientos y emociones. Sin embargo, algunos individuos tergiversaron esta tradición para enviar mensajes con connotaciones negativas. Por ejemplo, la inclusión de ciertas flores, como el cardo o la rosa amarilla, podía significar desdén o rechazo en lugar de afecto.

El envío de rosas negras

Las rosas negras, aunque no son un color natural de las flores, se creaban a menudo tiñendo rosas blancas o rojas con tintes oscuros. Estas rosas se consideraban misteriosas y raras, y se asociaban con los peores presagios.

Enviar una rosa negra conllevaba un mensaje específico que no era difícil malinterpretar. La rosa negra simbolizaba la muerte, el luto y el amor trágico. Representaba la pérdida de un ser querido, un corazón roto o el final de una relación romántica. Mientras que las rosas rojas se asociaban con el amor apasionado y las rosas blancas simbolizaban la pureza, las rosas negras transmitían una sensación de pena y dolor.

Enviar una rosa negra en San Valentín era un gesto conmovedor. Hablaba de un amor no correspondido o perdido, expresando el dolor y la nostalgia asociados a un corazón roto. Algunos creían que regalar una rosa negra en este día podía cerrar relaciones pasadas y servir como estímulo para seguir adelante.

Composiciones ofensivas
Como comentamos anteriormente, estas composiciones utilizaban un lenguaje insultante, usando chistes ofensivos para menospreciar o burlarse del destinatario de todas las formas posibles. No se ahorraba en crueldad ni en insensibilidad; el objetivo era hacer daño y humillar al destinatario y que este fuera consciente del desprecio que su persona causaba en el remitente. El anonimato animaba a enviar mensajes maliciosos sin miedo a ser identificados.

Tarjetas de San Valentín ‘Penny Dreadfuls
Los ‘Penny Dreadfuls‘ eran publicaciones baratas y sensacionalistas que ganaron popularidad durante la era victoriana. Algunas personas imprimían tarjetas de San Valentín inspiradas en estas publicaciones que presentaban ilustraciones horripilantes y mensajes perturbadores con el objetivo de impactar o asustar al destinatario en lugar de expresar amor o afecto.

Las consecuencias legales de las VinegarValentines

A medida que el Día de San Valentín ganaba popularidad en el siglo XIX, sus festividades y expresiones de afecto fueron objeto de escrutinio y regulación por parte de las autoridades, que creían que estas eran cada vez más exageradas y chocaban con las normas más elementales de la moral victoriana. Para que las celebraciones se mantuvieran dentro de los límites de una conducta aceptable se establecieron varias normas para mantener los valores conservadores y poner freno a las muestras románticas en público.

Una de las leyes más importantes relacionadas con San Valentín fue la Obscenity Act de 1857. Con esta ley se pretendía controlar la difusión de material explícito de contenido amoroso que pudiera rozar la obscenidad, pero también las tarjetas de talante ofensivo e insultante. Esta ley castigaba tanto la producción de estas tarjetas como su envío si se descubría el remitente, y también evitaba la publicación en periódicos de anuncios ofensivos donde se manera pública se ofendiera a cualquier ciudadano.

Como podéis ver no todo era almíbar en el día de San Valentín, pero desde La Casa Victoriana os deseamos un Feliz día de San Valentín, lleno de buenos deseos para compartir con quien os apetezca hacerlo.

Tenéis más entradas y curiosidades para disfrutar San Valentín en el blog, en el apartado ¡Feliz San Valentín Victoriano!. Recordad seguirnos en nuestras redes sociales: Facebook, Instagram, Twitter y Threads.

Imágenes propiedad de: Royal Pavilion & Museums, Brighton & HoveRoyal Pavilion & Museums, Brighton & Hove. Copyright: CC BY-SA y del Museum of London

April Fools, el día de los inocentes

The first of April, some do say, 
Is set apart for All Fools' Day.
But why the people call it so, 
Nor I, nor they themselves, do know.
But on this day are people sent
on purpose for pure merriment. 

Poor Robin's Almanac (1760)

El 1 de Abril en los países de tradición británica se celebra el April Fools. Este día se gastan bromas más o menos pesadas y, con algunas diferencias, sería el equivalente a nuestro día de los Santos Inocentes, del 28 de diciembre. No hay un origen claro de la fecha pero sí algunas teorías. 

Algunos historiadores creen que el April Fools se remonta a la época de los romanos que rememoraban la leyenda griega del rapto de Perséfone, adaptada a los dioses romanos. Según esta leyenda, Proserpina, nombre romano para Perséfone, hija de Júpiter y Ceres, fue raptada por Plutón, quien la llevó al inframundo. Su madre salió a buscarla con desesperación y, aunque escuchaba sus gritos, no lograba encontrarla. Toda la primavera estuvo vagando por los campos tras los lamentos de su hija, a la que no puedo encontrar mientras Plutón la observaba burlándose de su dolor. La triste madre se convertía en “la loca errante” de la primavera. 

Otra teoría tiene como origen la tradición griega y romana de Hilaria. En esta fiesta se celebraba la alegría de Cibeles y la resurrección de Atis, su amante castrado (en otras versiones era la resurrección de su hijo). La celebración, comenzaba en marzo con la llegada de la primavera y terminaba el 1 de abril, después de días de fiesta, comida, bebidas y bromas.

Una creencia de su origen nos traslada a Francia después de la adopción del calendario gregoriano por parte de Carlos IX, en 1564, que cambió el año nuevo del 1 de abril al 1 de enero. Como no todos los ciudadanos se habían enterado de que el rey había cambiado el calendario, muchos de ellos seguían celebrando y felicitando el año nuevo en la antigua fecha como si nada hubiera cambiado por lo que fueron llamados los “tontos de abril”. Para burlarse de ellos se les colocaba disimuladamente un pez de papel en la espalda, que simbolizaba su candidez, como si fueran peces fáciles de pescar. Esta es la razón por la cual en muchas tarjetas e lustraciones victorianas aparece un pez como símbolo de esta fecha.

En el siglo XVIII, el April Fools llegó a Gran Bretaña para convertirse en uno de los días más gamberros del año. Las primeras celebraciones fueron en Escocia donde se celebraban el Hunting the Gowk, o caza del cuco (como sinónimo e inocente) y el Tailie Day (Día del rabo), en el que a los inocentes se le ponían colas falsas y carteles con el lema “patéame”. 

El resto del país acogió la tradición de un día dedicado a las bromas con los brazos abiertos, celebrándose durante todo el siglo XIX hasta nuestros días. Tal es el éxito de este día que hasta la seria BBC anuncia, cada año, una noticia tan falsa como divertida.

El Christmas pudding, una delicia navideña

«¡Supongamos que no esté bien cocido! ¡Supongamos que se rompa al sacarlo! ¡Supongamos que alguien haya saltado la pared del patio y lo haya robado mientras festejábamos la oca! – suposición que puso lívidos a los dos jóvenes Cratchit. Toda clase de horrores fueron supuestos.
¡Vaya! ¡Mucho vapor! El pudding se sacó del barreño. ¡Un olor como el de los días de hacer colada! Era el paño. Un olor como el de un restaurante situado al lado de una confitería y una lavandería. Era el pudding. La señora Cratchit volvió en medio minuto, acalorada pero sonriendo con orgullo, con un pudding como una bala de cañón moteada, denso y firme, flambeado con la mitad de medio cuartillo de brandy y adornado con acebo en la parte superior.»

Cuento de Navidad. Charles Dickens.

Los orígenes

‘The plumb-pudding in danger: – or – state epicures taking un petit souper’ National Portrait Gallery

El Pudín de Ciruela inglés, o Christmas Pudding, servido al final de un banquete navideño, es uno de los platos más destacados de todo menú victoriano que se precie. La historia de este famoso postre, al igual que su receta, es realmente curiosa e intrigrante.

En un primer momento, este plato era un entrante y no un dulce. Se cree que la receta original era celta y consistía en una mezcla de especias de trigo descascarado hervido en leche. A mediados del siglo XVII, las gachas de ciruela o el potaje de ciruela se asemejaban a una sopa espesa. Sus ingredientes principales eran avena y frijoles; también se le agregaban restos de carne y pescado para darle sabor . Este puré se servía para acompañar el plato principal de carne y se comía con cuchara.

Con el tiempo, los ingredientes básicos fueron cambiando y se añadió carne de cordero y de vaca hervida al caldo, complementándolo con migas de pan, pasas y ciruelas pasas, vino, especias, jengibre y clavo. Debemos tener en cuenta que la receta cambiaba según las necesidades y recursos de cada hogar, y, sobre todo, que los victorianos utilizaban la palabra “ciruela” para referirse tanto a ciruelas secas, como a pasas y grosellas.

Los 13 ingredientes del pudding

Una de las leyendas referidas al Christmas pudding es que debe tener 13 ingredientes, ni uno más ni uno menos. Supuestamente esta afirmación se atribuye a la Iglesia católica, que decretó el empleo de este número de ingredientes haciendo referencia a Jesús y los 12 apóstoles. La proclamación de este decreto nunca se ha podido confirmar y se duda que haya existido en algún momento histórico.

Fuera o no verdad, muchas familias utilizaban 13 ingredientes para la elaboración del pudding. Los 13 elementos más utilizados eran: zumo de limón o de naranja, harina, pan rallado, especias, sebo de riñón de vaca, huevos, frutas secas, miel o melaza, manzanas, almendras, cáscara confitada, brandy y azúcar.

King George Pudding: la tradición de Georgie Porgie

Otra de las historias sobre este plato hace referencia a la petición del rey Jorge I que pidió que se sirviera pudín de ciruelas como parte de la fiesta real durante su primera Navidad en Inglaterra, en el año 1714. A causa de esta petición ha pasado a la historia como ‘el rey pudin’. Incluso hay registros de la hora exacta en la que el nuevo rey probó el plato por primera vez: a las 6 pm del 25 de diciembre de 1714. Esta curiosa historia del Pudding King solo aparece recogida en el Pudding Book de May Byron, pero que no haya evidencias de su certeza no implica que el rey haya pasado a la historia como el introductor del pudding de ciruelas en Gran Bretaña e Irlanda e incluso, en la actualidad, se vendan pudding hecho con la receta «original» del pudding que se le sirvió.

Por qué Oliver Cromwell prohibió el pudding

La llegada de Cromwell al poder en 1640, después de la Guerra Civil inglesa trajo malos tiempos para la Navidad y, aunque parezca increíble, para el Plum Pudding. El gobernante que se definía como puritano, aplicó sus creencias religiosas estrictas al gobierno del país y a la redacción de las leyes. De acuerdo con las ideas de su fe, la Navidad, al igual que la Pascua eran fiestas católicas irrelevantes e innecesarias, que a lo único que incitaban era al pecado, al consumo de alcohol y al libertinaje.

Para proteger a la sociedad del país de prácticas perversas e inmorales se propuso la prohibición de la Navidad, y todo lo que conllevaba la festividad, incluidas las comidas tradicionales como el pudin de ciruela, que fue declarado ilegal. Cualquier iglesia o sacerdote que celebrara un oficio religioso sería detenido inmediatamente. Del mismo modo, aquel que fuera sorprendido haciendo o comiendo el popular pastel podía ser multado y enviado a prisión. La prohibición de la Navidad trajo un descontento social que desembocó en las protestas conocidas popularmente como Plum Pudding Riots.

La Navidad continuó celebrándose, aunque en secreto, hasta que el rey Carlos II la reinstauró en 1660, y el pudin sobrevivió como plato tradicional hasta convertirse en el siglo XIX, en el postre que conocemos.

El Stir-up Sunday

“Stir up, we beseech thee”, and be “plenteously rewarded [with] the fruit of good works” (“Remueve, te lo suplicamos”, y serás “recompensado [con] abundantemente el fruto de las buenas obras”)

The English Book of Common Prayer (1549).


Los victorianos tomaron las palabras del libro de oraciones al pie de la letra y se esforzaron por remover el pudin una y otra vez para sumar buenas obras a su vida. Este trabajo agotador comenzaba alrededor de seis semanas antes de Navidad, aunque se comenta que algunas familias empezaban los preparativos mucho antes; todo dependía del dispendio económico en leña y carbón para la cocina que cada familia podía permitirse.

Una vez mezclados los ingredientes los miembros de la familia se turnaban para removerlo de derecha a izquierda, durante todo el proceso de elaboración, que podía llevara días, semanas o incluso meses. El movimiento no era algo aleatorio sino que simulaba la ruta de oriente a occidente que siguieron los Reyes Magos para honrar al Niño Jesús.

Una vez mezclado todo, se le añadía como “ingrediente final” unas monedas con las que serían recompensados los comensales que tuvieran la fortuna de comer ese pedazo, símbolo de buena suerte para el resto del año. La pesada mezcla se ataba en un paño y se cocinaba durante horas.


El día de Navidad, después de varias horas más de cocción, la deliciosa masa, con su embriagador aroma a fruta, cáscara confitada, especias y licores se colocaba en el plato y se adornaba con una ramita de acebo roja y verde que contrastaba con el color oscuro del pastel.

Justo antes de servirlo se empapaba en brandy y se flambeaba para que llegara en llamas a la mesa, como cierre espectacular del festín navideño. Para acompañarlo se servía vino dulce de Oporto, queso inglés Stilton, frutas frescas y confitadas , castañas asadas, frutos secos y trufas de chocolate.

Qué se hacía con el pudding sobrante

El Christmas pudding era un final de fiesta contundente, y un pedazo solía ser suficiente para colmar las ansias del comensal más goloso. Si además, como ingredientes extra se le añadía manteca, crema agria y varios licores como brandy o ron, se convertía en un bocado de difícil digestión si se comía en abundancia.
En una casa victoriana, el pudin sobrante nunca se desperdiciaba. Una de los principales comidas de aprovechamiento del pudin sobrante consistía en freírlo en mantequilla y servirlo cubierto con azúcar, con ron o con ambos. Otro modo de prepararlo era humedecerlo desmenuzado y empaparlo en brandy; después se rellenaba con el una masa casera de hojaldre. Los trozos sobrantes también se utilizaban para crear pequeños pasteles humedecidos en brandy, cubiertos con merengue y, posteriormente, horneados. Otra receta para el pudin sobrante se elaboraba contándolo en pequeños trozos que se colocaban en una bandeja sobre la que se vería una natilla de huevo por encima y luego se horneaba.

En multitud de páginas de internet podéis encontrar diferentes y más o menos acertadas recetas para un pudin navideño. Recordad que para elaborarlo necesitaréis tiempo y sobre todo mucha paciencia.

¡Feliz Navidad victoriana!


El lenguaje secreto del amor

When the golden sun is sinking

And your heart from care is free

When o’er thousand things you’re thinking,

Will you sometimes think of me?

 

La Casa Victoriana no quiere dejar de celebrar esta romántica fecha con una entrada llena de simbología y ¡de secretos!

lovers
Lovers – Pál Szinyei Merse

El nombre de mi amada compone un poema

Enviar a la dama un poema romántico siempre era un riesgo, aunque las intenciones fueran buenas, ya que si el caballero no estaba especialmente familiarizado con la poesía, el resultado podía resultar desastroso y arruinar una relación incipiente.

Dedicarle a la amada un poema en el que su nombre fuera el protagonista en forma de acróstico era uno de los modos más originales que tenía un caballero de demostrar su amor a una dama. Una composición poética con un acróstico está constituida por versos cuyas letras iniciales, medias o finales forman un vocablo o una frase.

Como habitualmente los enamorados no eran tan creativos ni tan buenos poetas como pretendían, solían encargar estas románticas composiciones a poetas o escritores aficionados. Otras veces, los copiaban de alguna revista o manual. Uno de los más populares era “The People’s Valentin Writer”, un libreto publicado en 1850, que ofrecía diferentes poemas cuyos acrósticos componían algunos de los nombres victorianos más populares como Charlotte, Eliza, Elizabeth o Laura.

Less of friendship, more of love

A single smile, my heart can move;

Undying love! Not echoed yet,

Remains within a ponderous weight

And, without you, I’m all but dead.

Si se decidían a componerlo ellos mismos, debían equilibrar la pasión de enamorados que sentían por su amada con la etiqueta de las buenas maneras, sin resultar demasiado atrevidos ni tampoco cursis y, sobre todo, evitando ser ridículos presentando una mala composición poética, que pudiera causar más vergüenza ajena que amor romántico.

The Love Letter by Auguste Toulmouche
The Love Letter – Auguste Toulmouche

El lenguaje secreto del sello postales

Enviar un mensaje de amor al amado o la amada era complicado, ya que, sobre todo las damas podían poner en entredicho su reputación si la carta era interceptada o leída por la persona a aquién no iba dirigida.

Los amantes victorianos, siempre ingeniosos, encontraron un sistema de comunicarse mediante la colocación de los sellos postales, dependiendo de su colocación en el sobre transmitían diferentes mensajes amorosos.

El sello colocado al revés en la esquina izquierda del sobre significa – Te amo.
La misma esquina, en forma de cruz – Mi corazón es de otro.
En la misma esquina, de arriba a abajo – Adiós, cariño.
Al revés en la esquina derecha – No escribas más.
En el centro, arriba – Sí.
En el centro de la parte inferior – No.
En la esquina derecha en ángulo recto – ¿Me amas?
En la esquina izquierda en ángulo recto – Te odio.
En la esquina superior a la derecha – Te deseo tu amistad
En la esquina inferior a la izquierda- L
e pido su amistad.
En línea con el apellido – Acepta mi amor.
Lo mismo, al revés – estoy comprometido.

 

The-Bridesmaid-James-Jacques-Joseph-Tissot
The-Bridesmaid – James-Jacques-Joseph-Tissot

El lenguaje secreto de los anillos

Si un caballero desea una esposa, lleva un anillo en el dedo índice de la mano izquierda; si está comprometido, la lleva en el dedo corazón; si está casado, en el dedo anular; y en el meñique si nunca tiene intención de casarse.

Cuando una dama no está comprometida, lleva un aro o un diamante en el dedo índice; si está comprometida, en el corazón; si está casada, en el anular; y en el meñique si tiene la intención de permanecer soltera.

Así, pcon unos simples gestos, se pueden expresar las intenciones amorosas; y  el hombre más tímido puede, sin dificultad, comunicar sus sentimientos románticos a una dama, y en caso de que su oferta sea rechazada, evitar experimentar la mortificación de un rechazo explícito.

 

tissot
Quarrelling – James Tissot

A cada objeto su significado

Lady Mary Wortley Montagu, esposa del embajador británico en Turquía era popular entre sus conocidos por sus originales cartas, en las que no solo contaba sus experiencias en tierras turcas, sino que enviaba misivas con paquetes llenos de simbología.
En alguna
ocasión sus cartas iban acompañadas de una cajita con diferentes elementos, cada uno lleno de significado, como esta que reproducimos a continuación, dirigida a su hermana, para que utilizara cada elemento según su simbología.

» Tengo para ti una carta de amor turca, que he puesto en una cajita… El primer objeto que debes sacar de la caja es una pequeña perla, después el clavo y, así, sucesivamente, entendiendo el significado de cada objeto como te indico a continuación:

Perla – La más bella de las jóvenes
Clavo – ¡Desde hace mucho tiempo te he amado y tú no lo has sabido!
Junquillo – ¡Ten piedad de mi pasión!
Papel – ¡Me desmayo a cada hora!
Pera – Dame un poco de esperanza
Jabón – Estoy enfermo de amor.
Carbón – ¡Si muero todos mis años serán tuyos!
Una rosa – ¡Que seas feliz, y tus penas sean mías!
Una brizna de paja – Déjame ser tu esclavo.
Un paño – No tienes precio.
Canela – Pero mi fortuna es tuya.
Un fósforo – ¡Ardo, ardo! ¡Mi llama me consume!
Hilo de oro – No apartes tu rostro de mí.
Pelo – ¡Corona de mi cabeza!
Uva – ¡Eres mis ojos!
Hilo de oro – Muero – ven rápido.

P.S. Pimienta – Envíame una respuesta.»

Girl With A Rose by Gustave-Leonard de Jonghe 1
Girl With A Rose – Gustave-Leonard de Jonghe

 

Un ramo de flores lleno de intenciones

En esta lista de elementos románticos llenos de simbología no podían faltar las flores recogidas en preciosos ramos y bouquets donde cada flor tenía un significado especial. Las más enviadas el día de San Valentín eran:

Rosas rojas y rosas (símbolo del amor)

Rosas blancas (transmitiendo un amor puro y espiritual)

Lilas (cuyo significado está relacionado con la ilusión de sentirse enamorado),

Lirios del valle (como símbolo de un corazón henchido de felicidad)

Nomeolvides (el amor verdadero declarado a través de las flores).

 

 

Curiosidades de la Época Victoriana II


Sabías qué?

En 1859,  las teorías del naturalista inglés Charles Darwin provocaron estupor entre la religiosos y conservadores victorianos. Para una sociedad que tomaba la Biblia de un modo bastante literal, sobre todo en lo que se refiere a los pasajes de la creación,   la sugerencia de que las especies no fueron creadas tal y como las conocemos, sino que podrían ser el resultado de una evolución, que duró millones de años, resultó demasiado audaz.

La idea de que el hombre podría ser un descendiente evolucionado del simio fue tan controvertida que tanto la Iglesia, como la comunidad científica como gran parte de la sociedad consideró las teorías de Darwin como invenciones sin fundamento.

Sabías qué?

Emma Wedgwood Darwin,  la esposa de Charles Darwin,  escribió un cuaderno de recetas de cocina donde describía no sólo los productos más característicos usados en la cocina victoriana, sino la manera de cocinarlos.  Pero además Mrs Darwin anotó curiosidades y anécdotas personales de la vida familiar de los Darwin, convirtiendo sus cuadernos de recetas en todo un documento histórico de la vida familiar y más desconocida del genial naturalista inglés.

El libro es además un reflejo de la vida cotidiana y los gustos culinarios de la clase alta victoriana.

Los autores, Dusha Bateson y Weslie Janeway, recogieron 55 recetas de Emma Darwin y las recrearon y probaron, adaptándolas a los gustos actuales y editándolas en 2008 en un nuevo recetario titulado Mrs. Charles Darwin‘s Recipe Book: Revived and Illustrated, donde conviven la historia, la época victoriana, la cocina y la botánica contadas con sencillez y, al mismo tiempo, precisión por la esposa de gran naturalista inglés.

Sabías qué?

No todos los victorianos aceptaron de buen grado la nueva y competitiva sociedad industrial. Frente a la competitividad, muchos propusieron otro tipo de empresa y de negocio para permitir que toda la sociedad, especialmente los trabajadores tuvieran acceso a los bienes de consumo.

Owen puede ser considerado como el padre del movimiento co-operativista. El creía que los trabajadores deberían tener acceso a la educación y a la formación, para procurarse por sí mismos los medios de subsistencia, mediante empresas y negocios gestionados por ellos mismos. Al mismo tiempo, los productos ofrecidos en estas tiendas podrían proporcionar alimentación y otros productos a otros trabajadores a un precio asequible.

Hoy en día en Gran Bretaña sigue existiendo el movimiento Co-op, que sería el heredero del sistema co-operative, y que sigue existiendo en los países de habla hispana como Cooperativas.

Sabías qué?

Tres de los valores fundamentales de la época Victoriana eran el orgullo, el idealismo y el patriotismo. La mayor parte de los victorianos  tenían gran confianza en el imperio y creían que duraría para siempre.

La literatura y las canciones populares enfatizaban los logros conseguidos por Gran Bretaña durante este periodo y estos valores representaban gran parte del éxito de la superioridad británica ante el mundo.

Los deportes de equipo, que promovían el fair play, o juego limpio, la competitividad y el espíritu de equipo se hicieron muy populares durante este periodo.

Curiosidades de la Época Victoriana

SABÍAS QUÉ…?

Algunos de los objetos más comunes que acostumbramos a ver en nuestras playas durante el verano tienen su origen en la Época Victoriana. Ellos inventaron los cubos y las palas para jugar en la arena. Son también un invento victoriano las tumbonas o sillas para sentarse cómodamente en la playa y disfrutar de una jornada junto al mar. Los malecones y los paseos marítimos estaban llenos de victorianos, que buscaba el aire salubre del mar, en las épocas más cálidas. El primer helado de cucurucho o cornete se vendió durante la época victoriana.

SABÍAS QUÉ…?

Antes de la Época Victoriana cada ciudad tenía su propio horario. Ahora nos puede parecer sorprendente, pero no todas las ciudades británicas  se regían por el mismo horario. Fue la llegada del ferrocarril la que hizo necesario adoptar un horario común para todos aquellos lugares por los que pasaba, ya que se necesitaba elaborar un horario de trenes. Esto forzó que se adoptara un horario estándar para todo el país.

Para que los victorianos pudieran ajustar sus relojes a la hora , o simplemente para que pudieran saber la hora, era un reloj colocado en el ayuntamiento local o en las estaciones de trenes, el que marcaba la hora correcta.

Además, en esta época todavía no existían los despertadores, por lo que los trabajadores sólo tenían el ruido de las máquinas de las fábricas comenzando a ponerse en marcha,  para saber que era la hora de acudir al trabajo. Muchas empresas contrataban a «llamadores», cuyo trabajo era golpear las puertas de las casas de los obreros para despertarlos y hacerles saber que era hora de acudir al trabajo.

SABÍAS QUÉ…?

Uno de los shows más populares de la época era el protagonizado por William Frederick Cody, más conocido como Buffalo Bill.  Cody era la estrella principal de un espectáculo donde se mostraban temas del Oeste americano:  cowboys, danzas de guerra de los nativos americanos, exhibiciones de lazo y tiro, y una representación de un ataque a una diligencia. Algunos de los co-protagonistas del show eran la tiradora Annie Oackley y el jefe indio Sitting Bull – Toro Sentado.

SABÍAS QUÉ…?

Las Victorianas eran muy pudorosas en lo que se refería a su cuerpo. Las mujeres se preocupaban de tener sus piernas completamente cubiertas en todo momento. Que un hombre pudiera ver sus tobillos se consideraba inadecuado, incluso cuando iban a las playas se vestían con trajes que los cubrieran.

En la segunda mitad del siglo XIX, las damas Victorianas comenzaron a hacer sus faldas más y más anchas. Esto lo conseguían con la crinolina, una especie de falda de varillas de metal que cubrían después con varias enaguas y finalmente con una falda o vestido. Con los años la moda de las criolinas aumentó y las faldas se hicieron cada vez más anchas, hasta el punto de que era imposible para dos mujeres pasar a vez por una puerta!

SABÍAS QUÉ…?

El británico Thomas Cook fue un famoso empresario que creó la compañía de viajes que lleva su nombre. Su primer viaje, en 1841,  fue una salida organizada para celebrar un picnic y cubría la ruta de Leicester a Loughborough. A partir de 1880, y observando como a los victorianos les apasionaban los viajes y el conocer sitios diferentes de Inglaterra, y cuanto más exóticos mejor, empezó a organizar viajes por toda Europa y el norte de África, siendo uno de los destinos favoritos de sus viajeros Egipto. Thomas Cook fue uno de los pioneros en el rentable negocio del turismo.