Las sociedades victorianas para la investigación paranormal

Como todos los años La Casa Victoriana no falta a su cita con la festividad de Halloween. Además de tradiciones, costumbres, rituales, fiestas hasta alguna historia de terror que podéis encontrar en el blog, también hablamos de aquellas corrientes que gozaron de gran popularidad entre la sociedad victoriana como el espiritismo, el mesmerismo y todo lo relacionado con el más allá y lo paranormal.

El gusto por estos temas no eran exclusivos de las clases populares, sino que tuvieron una gran acogida entre la alta sociedad, que gastaba cantidades ingentes de dinero en sesiones con mediums tratando de entablar contacto con el más allá.

De esta moda no se libraron grandes escritores, artistas, intelectuales y, incluso, científicos de todas las ramas de la ciencia, que trataban de encontrar evidencias científicas a cosas que no tenían una base racional.

Además, este gusto por lo paranormal alentó la creación de otras sociedades que mezclaban religión, paganismo, ocultismo y toda una amalgama esotérica en busca de una respuesta a los fenómenos irracionales.

De los más destacados vamos a hablar en esta entrada del blog, que como siempre, esperamos que sea de vuestro agrado y los acompañe en este día tan especial.

El Ghost Club Victoriano: Pioneros de la investigación paranormal

Comenzamos con la sociedad pionera en el estudio de lo paranormal en la Inglaterra decimonónica: el Ghost Club, sociedad fundada en Londres en 1862 y dedicada a la investigación de fenómenos paranormales.

Los orígenes del Ghost Club se remontan a 1855, cuando un grupo de estudiantes de Cambridge comenzaron a interesarse por los fenómenos paranormales, el mundo de los espíritus y las apariciones. Está considerada como la organización de este tipo más antigua del mundo, jugó un papel fundamental en la popularización y el estudio del ocultismo en la época victoriana.

La fundación oficial tuvo lugar en Londres unos años más tarde y contó con el apoyo y la participación de intelectuales y escritores que compartían esta fascinación, convirtiéndose así en una sociedad casi legendaria, no solo por los casos que investigaba y los métodos para hacerlo, sino por la enorme popularidad que tenían muchos de sus famosos integrantes. Esta variedad de ocupaciones de sus miembros dotaba a la sociedad de un crisol de puntos de vista muy útiles para la investigación y la detección de fraudes.

Miembros fundadores: Charles Dickens, Arthur Conan Doyle, William Crookes y Harry Price

Entre sus miembros ilustres estaban los escritores Charles Dickens, Sir Arthur Conan Doyle y William Crookes, físico y químico británico, conocido por sus investigaciones sobre la radiactividad. Este último fue uno de los más activos llevando a cabo diferentes experimentos para intentar explicar fenómenos paranormales. A ellos se unió Harry Price, el incansable investigador cualquier fenómeno fuera de lo común.

El Ghost Club investigó una amplia gama de fenómenos, desde apariciones y poltergeists hasta la telepatía y experiencias cercanas a la muerte. Además, asistieron a numerosas sesiones espiritistas para investigar las habilidades de los mediums y tratar de determinar si sus manifestaciones eran genuinas o fraudulentas.

Aunque muchos de sus métodos y conclusiones pueden parecer anticuados hoy en día, el club sentó las bases para la investigación paranormal moderna.

La Sociedad para la Investigación Psíquica

La Sociedad para la Investigación Psíquica (más conocida como SPR, sus siglas en inglés) fue fundada en Londres en 1882, convirtiéndose en una de las primeras organizaciones dedicadas al estudio sistemático de fenómenos paranormales.

Entre los miembros fundadores se encontraban figuras destacadas como Henry Sidgwick, profesor de moral en la Universidad de Cambridge, y primer presidente de la sociedad, William James, reconocido filósofo y psicólogo estadounidense, el físico Oliver Lodge o la escritora Jane Barlow, entre otras muchas personalidades relevantes de la sociedad victoriana.

De izquierda a derecha Henry Sidgwick y William James, Jane Barlow y Oliver Lodge

El principal objetivo de la sociedad era aplicar el método científico a la investigación de experiencias como la telepatía, la clarividencia, la psicometría y las apariciones, así como explorar los límites de la percepción humana y la naturaleza de la conciencia, todo ello sin prejuicios y con la mente abierta a todos los fenómenos que se le presentaban.

La SPR se tomaba realmente en serio su trabajo que consistía en recolectar y analizar evidencias de testigos creíbles, elaborar explicaciones científicas para tratar de descubrir posibles sugestiones o fraudes y promover el debate.

La SPR continúa activa en la actualidad, publicando investigaciones y organizando conferencias sobre temas relacionados con la parapsicología. Su trabajo ha inspirado a numerosas generaciones de investigadores y ha contribuido a la construcción de un cuerpo de conocimiento sobre fenómenos que desafían las explicaciones convencionales.

La Orden Hermética de la Aurora Dorada

La Orden Hermética de la Aurora Dorada, fundada en Londres a finales del siglo XIX, estaba más cerca de ser una logia o una hermandad secreta que una sociedad para el estudio de lo paranormal.

El hecho de definirse como sociedad secreta, contar con una gran parafernalia que acompañaba al ingreso de los miembros y el tener entre sus objetivos el estudio y la práctica del ocultismo, el hermetismo, la alquimia y la metafísica, atrajo a intelectuales, escritores, actores y otros miembros destacados de la sociedad a la Orden.

De izquierda a derecha William Robert Woodman, Florence Farr, W.B.Yeats y Dion Fortune

Como todas las logias secretas, su estructura era compleja aunque se sabe que sus fundadores fueron los francmasones William Robert Woodman y William Wynn Westcott miembros de la logia francmasona Societas Rosicruciana. El tercer miembro fundador fue Samuel Liddell MacGregor Mathers, un ocultista escocés que se convirtió en una figura central de la orden y que fue responsable de la expansión de sus enseñanzas y rituales.

La Orden Hermética de la Aurora Dorada no se dedicaba a la investigación en el sentido convencional. Sin embargo, sus miembros realizaban investigaciones ocultas y esotéricas, explorando temas como la naturaleza de la conciencia, la existencia de mundos espirituales y la posibilidad de la comunicación con entidades sobrenaturales.

Entre sus investigaciones estaban el estudio de las tradiciones ocultas incluyendo la cábala, la alquimia, la astrología y la magia ceremonial, el desarrollo personal ya que muchos de los miembros de la orden buscaban desarrollar sus capacidades psíquicas y espirituales a través de prácticas mágicas y rituales. También buscaban la transformación social porque creían que la magia podía ser utilizada para transformar la sociedad y crear un mundo mejor.

Entre sus miembros más destacados estaban el muy controvertido Aleister Crowley, ocultista, mago y escritor, apodado por la prensa británica «el hombre más perverso del mundo» que desarrolló su propio sistema mágico basado en las enseñanzas de la Aurora Dorada, William Butler Yeats, poeta irlandés, Florence Farr, actriz y dramaturga inglesa que jugó un papel importante en la difusión de las ideas de la Aurora Dorada y la famosa ocultista inglesa Dion Fortune que fundó la Societas Rosicruciana in Anglia y que continuó desarrollando las enseñanzas de la Aurora Dorada.

La Casa Victoriana os desea un muy Feliz Halloween. Recordad que en el blog tenéis más artículos sobre esta festividad.

Y en nuestro blog hermano Miss Dingle, dedicado a las muñecas recortables, también hablamos de paper dolls vestidas de Halloween y del magnífico trabajo de sus ilustradoras.

Happy Halloween! ¡Feliz Samaín!

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