Mujeres y periodistas: crónicas desde el olvido

Como todos los años en el Día de las mujeres, La Casa Victoriana quiere rendir homenaje a aquellas pioneras que con su valentía se abrieron caminos en profesiones habitualmente copadas por hombres, y, que por razones sociales fueron relegaladas a la sombra durante décadas.

En esta entrada hay solamente unas pinceladas biográficas de algunas de algunos nombres destacados en el mundo del periodismo – que habitualmente alternaron con otros trabajos o facetas artísticas- , pero, afortunadamente, si queréis profundizar en su vida y obra podéis encontrar múltiples artículos en la red, reivindicando sus figuras como mujeres pioneras en su profesión.

Nellie Bly, la reportera más intrepida y valiente

La norteamericana Elizabeth Jane Cochran adoptó el pseudónimo de Nellie Bly para adentrarse en un mundo reservado a los hombres como era el periodismo. Nellie fue más allá de ser una periodista de redacción para convertirse en la primera reportera de investigación de la historia.

Sus reportajes que más repercusión tuvieron fueron su infiltración en un hospital psiquiátrico, haciéndose pasar por una enferma, para denunciar los terribles tratamientos a los que eran sometidos los internos ( y en el que casi pierde no sólo la salud mental sino la vida) y su vuelta al mundo en menos de 90 días, toda una hazaña en la época.

Elizabeth Magie: periodista y creadora del juego en el que se «inspiró» el Monopoly

Elizabeth Magie fue una periodista norteamericana, seguidora de las nuevas doctrinas económicas de principios del siglo XX.

Magie inventó El juego del propietario (The Landlord’s Game), un juego que mediante la estrategia trataba de demostrar que el sistema económico era tremendamente injusto, ya que, aún partiendo todos los jugadores en igualdad de condiciones el más sagaz, o el que tuviera más suerte, podía dejar a los demás en la miseria.

Elizabeth patentó el juego en 1904. Pero en 1953, Charles Darrow patentó una versión casi idéntica del juego llamándole Monopoly y se lo vendió a Parker Brothers que lo comercializó convirtiéndolo en el popular juego que conocemos hoy.

Darrow se hizo millonario y Magie, no sólo no se enriqueció (aunque en 1973 se reconoció su invento y su patente y fue indemnizada con 500 míseros dolares) sino que fue olvidada por la historia.

Carmen de Burgos «Colombine» escritora, periodista y reformista

Carmen de Burgos, también conocida como Colombine nació en 1867. Maestra de carrera fue una mujer polifacética con una extensa obra como escritora y periodista, además de ser reconocida como la primera corresponsal de guerra española.

Viajera empedernida, dejó constancia de de su contacto con diferentes culturas y países en libros y manuales, así como en crónicas periodísticas. Tener que trabajar en un mundo dominado principalmente por periodistas y cronistas masculinos nunca fue un impedimento para ella.

Sus ideas femenistas y reformistas chocaron frontalmente con la ideología tradicional de la época, lo que no frenó a Carmen a la hora de expresar sus creencias sobre el papel de la mujer en la sociedad y su posición frente a temas como el divorcio, el sufragio universal y el acceso de las mujeres a la educación como medio para valerse y pensar por sí mismas.

Tras la Segunda República, Carmen de Burgos, Colombine, quedó silenciada y desaparecida por quienes cumplieron esa misión: la de borrar la figura, la obra y el legado de una de las escritoras más importantes del primer tercio del siglo XX, primera redactora en plantilla de un periódico español y la primera mujer española corresponsal de guerra.

Katharine Sergeant White: primera editora de ficción de la revista The New Yorker

La historia personal de Katharine Sergeant White es poco corriente para la época en la que le tocó vivir. Divorciada de su primer marido y con dos hijos, se inició tardíamente en el ámbito periodístico. Casada en segundas nupcias con el escritor E. B. White, redactor y escritor de cabecera de la revista New Yorker y conocido por su cuento infantil La telaraña de Carlota, consiguió un puesto de correctora y lectora de manuscritos a tiempo parcial en la misma revista.

Gracias a su intuición para descubrir nuevos talentos, pronto consiguió ser ascendida a editora del Departamento de Ficción, siendo la primera mujer en ocupar este puesto, que mantuvo hasta su jubilación. Sus opiniones tuvieron gran influencia en los ambientes literarios estadoudinenses y se le atribuye el descubrimiento y patrocinio de escritores tan afamados como Vladimir Nabokov o John Updike.

George Eliot: adoptando un nombre masculino para ser tomada en serio

El 22 de noviembre de 1819, nació la novelista y poetisa inglesa Mary Ann Evans, más conocida por su pseudónimo de George Eliot. Educada en una familia conservadora de profundas convicciones religiosas, Mary se rebeló contra estas creencias y adoptó un pensamiento racionalista intelectual.

Mary Evans viajó por Europa y trabajó en diferentes revistas y periódicos escribiendo reseñas literarias, antes de publicar sus propias obras bajo el alias masculino de George Eliot, nombre que adoptó para ser tomada en serio y no como una escritora de romances.

Su relación con el periodista George H. Lewes, casado, fue todo un escándalo en la época victoriana por el que fue social y literariamente relegada durante un tiempo.

Entre sus obras más celebradas están El molino del Floss, Silas Marner, Daniel Deronda y Middlemarch obras que por su enfoque rebelde y feminista escandalizaron a gran parte de la sociedad victoriana.

Amelia Ann Blandford Edwards: la voz del viajero responsable y respetuoso

Amelia Ann Blandford Edwards fue una novelista, periodista, viajera y egiptóloga británica. Desde muy joven demostró un sobresaliente talento para la poesía y la novela, publicando varios de sus escritos a través de periódicos y revistas y alcanzando el éxito con novelas como Barbara’s History, y con Lord Buckenbury, de la que se llegaron a hacer 15 reediciones. De espíritu inquieto, decidió viajar a Egipto en compañía de unos amigos, quedando inmediatamente fascinada por el pueblo y la cultura egipcia.

Sus viajes a Egipto los documentó en su libro A Thousand Miles Up the Nile, un masivo éxito de ventas, con el que comenzó una concienciación social por la protección de los tesoros y monumentos egipcios y la reivindicación de un turismo responsable y respetuoso con las culturas que visitaba.

Aurora Bertrana, la cronista que escandalizó desde la Polinesia

Nacida en Girona, su pasión por las letras la llevó a escribir desde una edad temprana. Su familia no veía con buenos ojos que una señorita se dedicara al mundo de la literatura por lo que decidieron encauzarla hacia el mundo de la música, que consideraban más propio de una dama.

Rebelde y libre, Aurora vio en sus clases de música una magnífica oportunidad de salir del yugo familiar y descubrir todas las posibilidades que le brindaban los felices años 20. Uno de los modos de soltar los lazos familiares fue mediante el matrimonio, que aunque no salió como estaba previsto pues pronto descubrió que su esposo no le había dicho toda la verdad y estaba completamente arruinado, fue una magnífica oportunidad para ver mundo y liberarse de la conservadora sociedad occidental instalándose en la Polinesia, un país exótico y misterioso para sus contemporáneos.

Desde allí, Aurora enviaba crónicas de su vida cotidiana y de las costumbres de la sociedad entre la que tan feliz y libre se sentía. Sus artículos eran esperados con impaciencia por los lectores del diario catalán que los publicaba, y sus opiniones y experiencias eran comentados con una mezcla de curiosidad y escándalo a partes iguales, ya que el amor libre o la poligamia eran relatados por Aurora con una normalidad impensable para la época.

Todas las fotografías Vía Pinterest.

Ilustradoras: dibujando infancias felices

En el Día de la Mujer recordamos el magnífico trabajo de 6 ilustradoras que dibujaron infancias felices, ilustraron historias mágicas, llenaron de vida postales de felicitación y nos acompañaron, y nos siguen acompañando, con imágenes perfectamente reconocibles que han alegrado durante años los cuentos, libros, cuadernos y diarios de todos los niños, y no tan niños.

Beatrix Potter, naturalista, ilustradora y escritora

Helen Beatrix Potter nació un 28 de julio de 1866 en Kensington, Londres. Novelista , naturalista, ilustradora y escritora de cuentos infantiles logró ser conocida mundialmente gracias a su personaje de Peter Rabbit.

A pesar de su gran talento, sus padres preferían que se dedicara a labores más propias de una mujer, como las tareas del hogar y el cuidado de sus hermanos. Su tío, que se dio cuenta de la valía intelectual de la joven Beatrix intentó que la admitieran como estudiante en el Real Jardín Botánico, pero fue rechazada por ser una mujer. Beatrix nunca desistió de hacer realidad sus proyectos, lo que la enfrentó a sus padres. Después de ofrecer su obra The Tale of Peter Rabbit a varias editoriales y ser rechazada sistemáticamente, encontró a su mecenas en el editor Norman Warne, de quien se enamoró perdidamente.

Ante la oposición de sus padres a este matrimonio, Beatrix mantuvo su relación en secreto. Sus deseos de casarse con Norman se vinieron abajo cuando el editor murió a causa de una leucemia, dejando a la escritora sumida en un profundo dolor. A partir de ese momento Beatrix se volcó en la literatura y en su afición de naturalista, escribiendo más de 23 libros ilustrados y recogiendo a animales a los que le gustaba cuidar. A los 47 años se casó con su abogado William Heels. Falleció en 1943.

Kate Greenaway, la ilustradora de los niños felices

Desde niña, Kate mostró inclinación y aptitudes hacia el dibujo – le encantaba dibujar muñecas y su vestuario – algo que su padre siempre estimuló. Y el negocio de su madre, una costurera que abrió una tienda de confección de ropa, con gran éxito, le proporcionó una visión del vestuario de las clientas y sus familias que después usaría para sus ilustraciones.

Dejó de acudir a la Central School en South Kensington, donse se había matriculado, porque a las mujeres no se le permitía dibujar desnudos y se matriculó en la recién fundada Slade School que garantizaba una educación en igualdad para ambos sexos.Los contactos de su padre como grabador le proporcionaron su primer trabajo para la compañía norirlandesa de Marcus Ward, en el que obtuvo un relevante éxito como ilustradora de calendarios y de tarjetas.

Pero la negativa de Ward a devolverle sus originales después de publicados, hizo que Greenaway dejara su empresa.Otro de los conocidos de su padre, Edmund Evans le publicó obra Under the Window, donde aparecían sus delicadas acuarelas. La publicación tuvo tanto éxito que fue necesaria una segunda edición. Con esta obra, y su colaboración con Evans, comenzó una carrera de éxito para Kate Greenaway, con la publicación de obras posteriores que la convirtieron en la ilustradora favorita de varias generaciones durante décadas.

Además el trabajo con Evans le proporcionó un estrecho contacto con dos de los mejores ilustradores de la época: Randolph Caldecott, que la aconsejó y la ayudó – a pesar de que el éxito de la ilustradora hizo que las ventas de sus propias obras descendiera- y Walter Crane que no sólo no se mostró amistoso con ella sino que a menudo menospreció su obra.

El gran éxito obtenido por Kate Greenaway en Gran Bretaña y Estados Unidos hizo que surgieran imitadores de sus ilustraciones e incluso falsos dibujos atribuidos a ella y que aparecían en ropa, complementos, papel pintado y otra gran parte de objetos decorados que se vendían con gran éxito.Por su contribución a la difusión de la ilustración y por llegar a ser la ilustradora infantil más exitosa durante décadas en 1955 la Library Association of Great Britain instituyó, en 1955, la Kate Greenaway Medal que se asigna anualmente a un artista vivo y que haya publicado en Gran Bretaña.Esta mención se ha convertido en el honor más alto que se le puede conceder a un ilustrador infantil en el Reino Unido.

Los cupidos de Rose O’Neill, ilustadora y activista por los derechos femeninos

Rose O’Neill fue una artista, ilustradora, escritora estadounidense cuya creación más popular fueron los llamados Kewpies, unos bebés regordetes y tremendamente dulces que aparecieron en multitud de ilustraciones y tarjetas de felicitación. Su arte fue completamente autodidacta y lo aprendió copiando cuadros, bocetos e ilustraciones que encontraba en los libros que había en la librería de su padre. Además utilizaba a su propia familia como modelos para hacer retratos.

En sus primeros años en Nueva York, Rose realizó varios trabajos por encargo para revistas tan prestigiosas como Harper’s, Life, Broadway Life, Cosmopolitan, and Colliers. Su éxito, la llevó a conseguir un puesto en la plantilla de Puck Magazine, para la que realizó cerca de 1000 ilustraciones.

Además su gran éxito la llevaron a protagonizar varias campañas publicitarias de los productos más punteros, que veían en sus ilustraciones un modo de alcanzar una publicidad exitosa; entre estos productos se encontraban Oxydol, Rock Island Railroad, Edison Phonograph, Brownie Cameras, Kellogg Cornflakes, Pratt and Lambert Varnishes y  Jell-O.En un mundo en el que los ilustradores eran mayoritariamente hombres, Rose, aportó pinceladas de humor mezcladas con dulzura y romanticismo que rápidamente conquistaron al público.

La primera aparición de los  Kewpies fue en 1909, en el especial de Navidad de The Ladies’ Home Journal. Estos pequeñines aparecían en diferentes situaciones humorísticas y normalmente la ilustración se acompañaba de un verso o de una cancioncilla.

Los Kewpies se hicieron tan populares que pronto se convirtieron en un muñeco de tipo bisque, con su cabeza en porcelana, fabricados en nueve tamaños diferentes por la empresa alemana J. D. Kestner Co.También se editaron una serie de láminas de paper dolls, que tuvieron tanta aceptación que pronto se convirtieron en cuadernillos. Estos cuadernos fueron los pioneros de los cuadernos de recortables posteriores.

Hoy sus Kewpies son material de coleccionista, y los muñecos bisque son uno de los objetos más preciados y valorados por todos aquellos amantes de lo vintage y del arte popular de principios de siglo.

Como pintora y escultora, fue una artista adelantada a su época, con obras que más allá de la estética mostraban un estudio psicológico de los personajes. Sus temas favoritos eran la mitología y el folclore, principalmente irlandés y griego.En su primera exposición parisina, sus obras captaron la atención del público, describiéndolas como brillantes y originales.Además Rose O’Neill fue una activista social, que luchó, en especial por los derechos de las mujeres y contra la discriminación racial.

Cecily Mary Baker, la ilustradora de las hadas del bosque

Cecily Mary Barker es hacerlo de una magnífica ilustradora que ha sabido recrear como nadie el mundo de los Fairy Tales. Sus bellas ilustraciones, llenas de vivos colores, son capaces de trasladarnos a  preciosos bosques llenos de Ninfas, Hadas y Duendes haciendo que el Sueño de una Noche de Verano shakespiariano se convierta en realidad. Su técnica depurada y detallista convierten a cada Hada en un personaje único dotado de una marcada personalidad, que transmiten sus definidos rasgos y de sus hermosos vestidos hechos con pétalos de flores de brillantes colores.

Esta ilustradora inglesa, nacida en Croydon, Londres, en 1895 comenzó a estudiar arte desde muy joven con cursos por correspondencia y en la Escuela de Arte de Croydon, y pronto sus trabajos comenzaron a aparecer en revistas juveniles y en tarjetas de felicitación. Pronto sus pinturas de Hadas correteando por los bosques primaverales, veraniegos y otoñales se hicieron tremendamente populares lo que propició que comenzara a publicar libros de ilustraciones, de rimas, anuarios y greeting cards con una periodicidad casi anual hasta pocos años antes de su muerte.

Como curiosidad señalar que sus Hadas de invierno no aparecieron publicadas hasta 1985. Además se publicaron postumamente alrededor de 4 libros de ilustraciones de diferentes etapas de la pintora, que no se habían publicado anteriormente.

El estilo de Cecily ha sido comparado con el de Kate Greenaway por la dulzura y el halo de inocencia que destilan sus ilustraciones, y técnicamente con los prerrafaelistas, aunque ella siempre rechazó las teorías artísticas y prefirió definir su estilo como propio surgido de su inspiración.

Joan Walsh Anglund, la dulzura hecha ilustración

La magnífica ilustradora Joan Walsh Anglund nació en Chicago en 1926.  Desde la publicación de su primer libro A Friend is Someone Who Likes You, en 1958, con el que consiguió un gran éxito, ha publicado más de 75 libros como escritora e ilustradora vendiendo más de 40 millones de copias.  Desde 1979, Joan Walsh ha escrito e ilustrado cuatro veces al año la Joan Walsh Anglund Children’s Page en la revista GoodHousekeeping Magazine . Sus ilustraciones también aparecieron con más o menos asiduidad en las revistas Ladies Home Journal , Good Housekeeping , Woman’s Day , Better Homes and Gardens , Family Circle , y McCalls .

Sus dibujos, llenos de color y trazo sencillo eran capaz de transmitir la dulzura, encanto e inocencia de la niñez.  Cuando se le preguntaba a la ilustradora por sus dibujos contestaba que ” quizás estoy intentando atrapar la esencia de lo que es un niño, no un niño en concreto, ni un niño real, sino lo que intento es capturar el sentir todos los niños, de la infancia misma. Esa podría ser también la razón por la que visto a los niños con una ropa intemporal de ningún periodo definido, pero siempre con un vago sentimiento de nostalgia”.

Grace Drayton, la creadora de las polifacéticas Dolly Dingle

La primera Dolly Dingle apareció por primera vez en la  revista Pictorial Review, en 1913. Su aspecto dulce, sus grandes ojos y su pelo en bucles, la hicieron tremendamente popular entre el público norteamericano.

Pero, este no era el primer éxito para su autora GraceGebbie – que también firmó sus obras como GraceWiederseim o Grace Drayton, ya que adoptó los apellidos de sus sucesivos maridos. La ilustradora ya se había hecho tremendamente popular con las ilustraciones de niños, muy al estilo Dolly, que se convirtieron durante la primera década del siglo XX en el icono de las Sopas Campbell para niños.

Durante más de 20 años Grace Gebbie dibujó más de 200 paper dolls de la serie de Dolly Dingle, en cuya publicación destacaban los vivos colores con que Gebbie dotaba tanto a los muñecos, como sus vestuarios y accesorios; aunque durante la Gran Depresión la crisis económica obligó a los editores a publicar las Dolly en sólo dos colores, las paper dolls de Grace Gebbie no perdieron ni un ápice de su popularidad, situándose entre las preferidas de los niños norteamericanos.

A lo largo de los años de su publicación la familia Dolly fue creciendo, sumando nuevos personajes y mascotas a los personajes fijos. Además las Dolly viajaron por todo el mundo añadiendo nuevos outfits de los países que visitaban a sus armarios y presentando nuevos amigos de países exóticos, o bien integrándose en movimientos sociales como los scouts o la Cruz Roja.

Gebbie logró hacer de sus Dolly una serie de recortables que han permanecido en el tiempo,  como una representación de los gustos de la sociedad del primer tercio del siglo XX, tanto en  actitud como en un vestuario e imagen que refleja fielmente la moda infantil  de su época. Una Dolly era como todas las niñas querían ser y su vestuario como el que todas las niñas soñaban tener.

Para celebrar el aniversario de Campbell, la empresa lanzó una promoción de muñecas y muñecos Dingle, pero no en formato paper doll sino de plástico, que intentaban reproducir lo más fielmente posible el espíritu Dolly Dingle. Aunque las reproducciones no fueron del  agrado de todos los fans de las Dingles, el éxito fue rotundo, agotándose rápidamente.