Jumeau Dolls

Beautiful Rare Antique French Bisque Bebe E.J. Jumeau doll, Size 8, with Original Dress and Hat

En 1842 Pierre François Jumeau, con la ayuda de Louis Désiré Belton funda su empresa de muñecos en París. Esta aventura empresarial, aunque llena de ideas y proyectos, comenzó con muy pocos medios, hasta el punto que, como no tenían horno para la porcelana, encargaban las cabezas a Barrois y Gaultier y a las empresas alemanas, mucho más aventajadas en la industria del juguete artesano.

Las primeras muñecas Jumeau se hacían con cabezas de papel maché sobre cuerpos de piel, e incluso sus primeros y famosísimos muñecos como el Bebé Gigoteur (el bebé que gatea) o el Bebé Parlant, fabricados en cera sobre papel maché, fueron hechos en colaboración con el que después sería uno de sus mayores competidores Jules Nicolas Steiner.

Las características de estos primeros muñecos Jameau eran su cabeza redonda con ojos de cristal y boca abierta con dientes; a decir verdad, estos muñecos no eran especialmente bonitos aunque supusieron toda una revelación en su época.

En 1867 Emile, hijo de Pierre toma las riendas de la empresa dándole un giro más comercial y trayendo nuevos aires empresariales. Con él la compañía familiar empieza a extenderse y en 1873 ya hacen sus muñecas con bisque heads de fabricación propia. Las cabezas bisque estaban hechas de porcelana blanca, no vidriada y le daban a las muñecas un aspecto más natural y elegante que el papel maché, mucho más tosco, o la cera, mucho más artificial y fría.

El sentido de la perfección y calidad de Emile hicieron de sus muñecas las preferidas por el público y proclamaron a Jumeau como el «Rey de la Muñecas», título irrebatible y aceptado hasta por sus competidores.

Bebe Jumeau Antique Doll in Fabulous

El diseño de la nueva muñeca, con su carita inocente, de ensueño, su nariz aristocrática y sus labios en forma de corazón y sobre todo con sus ojos grandes de cristal azules, tipo «pisapapeles» soplados a mano, con un iris luminoso rodeado de pequeñísimas pestañas pintadas a mano bajo unas cejas bastante pobladas típicas de las Jumeau, conquistó el corazón del público rápidamente.

Otro rasgo inconfundible de las Jumeau era su cuerpo perfecto y resistente de composición, con brazos de madera y piernas que tenían ocho articulaciones móviles de bola, mientras que el cuerpo y la cabeza, ladeada se unían con un resorte.

Era destacable su precioso pelo hecho y peinado por trabajadores especializados; en un primer momento el pelo, rubio y luminoso,  se hacía de mohair tibetano – pelo de cabra largo y suave; más tarde se hizo de pelo humano peinado con hermosos rizos o bucles y con bonitos aderezos.

Todos los muñecos, en su espalda y en su cuerpo llevaban pequeños sellos donde se certificaba la autenticidad y calidad del producto Jumeau.

Pero Emile dio un paso más para hacer de las Jumeau las muñecas referencia de todos los fabricantes; en 1874 se caso con Ernestine Stephanie Ducroix, quien rápidamente se interesó por el trabajo de su marido y se involucró e la fabricación de las muñecas diseñando sus primeros trajes. Esta colaboración fue decisiva porque pronto las Jumeau no sólo se distinguieron por su perfecta fabricación de calidad sino por sus lujosos vestidos, elaborados en talleres especializados con los mejores materiales, seda, algodón, encajes, lanas y terciopelos, siguiendo las últimas tendencias en moda.

Grand 15 of the French Bisque Bebe E.J. by Jumeau in Superb Original Brittany Costume

Los Jumeau no dejaban al azar el más mínimo detalles y a los trajes, abrigos y tocados a juego, añadieron bellos zapatos diseñados en función del traje, elaborados en talleres especializados en calzado y accesorios como bolsos, sombrillas y otros complementos siempre a juego con el vestuario. Además se empezaron a fabricar otros objetos como carritos de bebés, espejos y pequeñas joyas que hacían de cada muñeca Jumeau un objeto único.

En 1892 Emile Jumeau dirigía una empresa de 1000 trabajadores y sacaba al mercado una producción de alrededor de 150.000 unidades anuales.

Pero la presión de la industria alemana, que producía unidades a precios más bajos, aunque con una calidad inferior, hizo que Emile tuviera que replantearse su concepto de negocio de calidad y casi artesanal para sucumbir a las embestidas de un mercado cada vez más competitivo. En 1889 se unió a SFBJ, empresa que le permitió seguir fabricando muñecas con su propio nombre, y aunque durante esta asociación se hicieron muñecas realmente bonitas, incluso con pequeñas cajas parlantes en su interior, que hacían que las muñecas «pudieran hablar» la calidad de la porcelana y de los materiales del vestuario era más baja.

En 1910, Emile Jumeau, falleció a la edad de 67 años y con él se fue una época de artesanía y unas muñecas, que a pesar de los grandes fabricantes de que han tenido tanto Francia como Alemania, nunca han podido ser superadas en gracia y calidad.

Jd

Para saber más de las Jumeau Dolls y de las muñecas fabricadas en el siglo XIX os recomiendo algunos libros libros – aunque no sé si están ya descatalogados.

El primero lleva por título Muñecas Antiguas, de la editorial Dastin y escrito por Agnes Melger. Está en español y estupendamente ilustrado y documentado.

El segundo está en inglés, y editado con la calidad indiscutible de DK está ricamente ilustrado con fotografías de todas las épocas y lleno de detalles ilustrados. Está escrito por Caroline Godfellow y se titula The Ultimate Doll Book.

Ursula Bretch ublicó en 1984 el magnífico Precious Dols: a Treasury of Bisque Dolls.

Y, por último Dolls, de Marco Tosa, un recorrido por la historia de las muñecas, su significado y simbología en las diferentes épocas.