Feliz Día de Pascua Victoriano!
Durante siglos en la celebración de la Pascua se han mezclado las tradiciones paganas y cristianas. Desde la antigüedad, en esta época del año se celebraba la fiesta del renacer y de la fertilidad que implicaba la llegada de la primavera, bendecida por la diosa Oestre.
Al mismo tiempo, los Cristianos recordaban la pasión y resurrección de Cristo, en una celebración cargada de simbología religiosa.
Ya fuera desde un punto de vista más pagano, como desde un punto de vista religioso la Pascua está llena de tradiciones que se han ido entremezclando y muchos países han importado los símbolos y celebraciones de otros países.
La tradición de regalar huevos, viene desde muy antiguo, ya que eran considerados como un símbolo de la fertilidad. En la época medieval se extendió la costumbre de pintar y decorar los huevos antes de ser regalados. Esta costumbre de decorar los huevos fue el origen, en el siglo XVIII, de una de las obras maestras de la joyería, diseñadas por el joven joyero francés Peter Carl Faberge y su taller de orfebrería: los huevos Fabergé. Para la celebración de la Pascua Rusa y por encargo de los zares, los artesanos de Fabergé crearon 69 huevos, de los que hoy se conservan 61, y que son considerados piezas de alta joyería.
Fue también en el siglo XVIII, cuando los pasteleros franceses crearon los huevos de chocolate, que se hicieron rápidamente populares por toda Europa y se convirtieron en uno de los regalos más deseados por los niños victorianos.
El famoso Conejo de Pascua o Easter Rabbit, tan popular en la época victoriana, tiene su origen en la tradición germánica: el conejo como símbolo de la fertilidad. En esta época el Easter Rabbit repartía huevos de chocolate entre los niños que había sido buenos durante el año, o bien los escondía por la casa y el jardín y los niños tenían que encontrarlos. Este es el origen del popular juego de Pascua Easter Egg Hunt.
Aunque en la actualidad se pueden encontrar los bollos de Pascua a la venta durante todo el año, los dulces hot cross buns ( cuya cruz de adorno tenía un claro significado religioso) es una receta de pastelería típica de esta época del año y realmente popular entre la sociedad victoriana. Los vendedores de los hot cross buns, ofrecían este rico bollo por las calles con una pegadiza cantinela para atraer a los clientes: ‘Hot cross buns, hot cross buns, one a penny two a penny hot cross buns».
La Pascua tenía, además, su propia flor característica: el lirio blanco, que representaba la pureza. Todas las casas se adornaban con un ramo de lirios blancos y en los servicios religiosos de Semana Santa no faltaban estas flores que embellecían las iglesias y capillas.
Fueron también los victorianos, a los que les gustaba recordar todas las fechas especiales con cards, los que pusieron de moda el envío de tarjetas para felicitar y conmemorar la Pascua.