Juguetes Victorianos I

En La Casa Victoriana volvemos con la primera entrega de un post muy navideño. En esta época donde la publicidad nos bombardea con lo último en juguetes, ¿ qué os parece volver al pasado y recordar aquellos juegos y juguetes que hacían felices a los niños del XIX y de principios del XX?

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Kate Greenaway

Los juguetes de los niños victorianos eran tremendamente sencillos, tanto en su diseño como en sus materiales pero, al mismo tiempo, increíblemente jugables tanto como para que un niño pudiera divertirse solo, como para poder compartir un mundo de imaginación con otros niños, en casa y en las calles, en los parques y en los patios de las escuelas. Hagamos un recorrido por algunos de los más populares.

La rayuela: la rayuela o mariquitilla, hopscotch en inglés, no era propiamente un juguete pero sí uno de los juegos más populares en la época victoriana, sobre todo entre las niñas. Una de las causas de su gran popularidad es que realmente no hacía falta ningún juguete: una simple piedra o trozo de tiza para dibujar en el suelo de cualquier calle o callejón – que eran menos transitados – una serie de rectángulos unidos y numerados entre sí y una piedra para lanzar. Después la habilidad de cada jugador para lanzar la piedra al rectángulo correcto y recogerlo «a la pata coja» decidían al ganador.

Amazing Blocks

Los bloques eran los juegos preferidos de los niños más jóvenes y cumplían dos funciones: divertir y educar. Habitualmente estos bloques tenían sus cuatro caras decoradas con números, letras del alfabeto o dibujos de animales. Otras veces cada cara del bloque tenía una parte de una ilustración, a modo de rompecabezas o puzzle, y uniendo todos los bloques en el orden correcto se conseguía completar una escena infantil.

Alguno de los juegos de bloques más populares eran:

La Escalera de Jacob: la Jacob´s Ladder era un juego de bloques, que se hizo tremendamente popular alrededor de 1800, estaba formado por varios bloques planos unidos con un cordel. Cuando se cogían correctamente parecía que un bloque iba tumbando a los demás  y con un poco de habilidad se podían formar figuras e incluso formas de animales.

El curioso nombre del juego viene de una historia bíblica: Jacob viajando a través del desierto tuvo un sueño; en él vio cientos de ángeles que subían y bajaban por una escalera que unía el cielo y la tierra. El juego  parecía como si una persona subiera y bajara una escalera, de ahí su nombre.

Nesting blocks: Los bloques anidados (del inglés nest «nido») recibían este nombre porque como matrioskas, cada caja tenía otra en su interior. Sacando todas las cajas anidadas y ordenando las ilustraciones que tenían dibujadas en  sus caras el niño formaba una escena, que habitualmente, en este tipo de juego, era una ilustración a todo color de las diferentes atracciones de un zoo.


Building blocks: eran los típicos bloques de construcción con los que los niños podían hacer divertidas construcciones como torres, puentes o pequeños castillos.

Juguetes para jugar en la calle

Aunque los niños victorianos de clase alta hacían de la nursery su lugar de juegos y de instrucción escolar, en la tardía época victoriana los parques, las calles y los patios de la escuela se llenaban de niños con juegos y juguetes que también han llenado muchas de nuestras horas de juego y recreos.

Kate Greenaway

Canicas: las marbles o canicas eran uno de los juguetes preferidos de los niños, ya que además de jugar daban con ellas, podían ganarlas, perderlas e incluso comerciar con ellas, siendo las piezas más codiciadas las canicas grandes. Los canicas estaban hechas de porcelana, piedra, cerámica o arcilla y estaban decoradas con vivos colores formando remolinos u otros originales diseños. Los niños que no podían permitirse tener estas canicas, las sustituían por nueces o bayas secas.

Cantillos: los cantillos o jackstones eran unos objetos con seis pinchos pequeños; cada jugador tiraba su jack contra los que estaban en el suelo para hacerlos volar, intentando recoger otro jack del suelo mientras atrapa con la misma mano el cantillo volador. A finales de siglo se empleaba una pelota de goma para tirar contra los jackstones.

Peonzas: las peonzas o tops eran uno de los juguetes favoritos de los niños.  Estaban hechas de madera y había diferentes modelos y formas; algunas se lanzaban con una cuerda a la que estaban atadas, otras tenían una clavija. Entre las más populares estaban las peg tops y las humming tops. El juego era muy simple y tenía variantes: unas veces era una batalla entre las dos peonzas que se golpeaban una con la otra; otras consistía simplemente ver que jugador era capaz de conseguir que su peonza girara durante más tiempo.

Kate Greenaway

Aros: los hops o aros estaban hechos de metal o madera. Los niños los guiaban con un palo por las calles o los parques, y los participantes mostraban su pericia conduciéndolos por obstáculos y manteniéndolos en constante giro. Muchas veces los niños utilizaban como hoops los aros que se utilizaban para sujetar las maderas de los barriles. Cuando un barril se rompía los aros desaparecían rápidamente a manos de los niños que veían en ellos resistentes aros de metal, mucho más duraderos que los de madera.

Kids Sailing Toys Sailboat. Louis Abel-Truchet

Ring- around- the-Rosie: es otro de los juegos más populares de los niños victorianos y, creo, que de los niños de todos los tiempos. No es otro que la rueda o el corro, como le llamábamos los niños de mi zona, aunque es posible que reciba otros nombres. El juego de la rueda tenía múltiples variantes y siempre estaba acompañado de una bonita rima o cancioncilla que todavía permanece escondida entre nuestros recuerdos infantiles (a la rueda-rueda de pan y canela…) Algo tan simple, que no necesitaba nada más que un grupo de niños cogidos de la mano cantando, era capaz de llenar de risas y diversión una tarde de juegos.

Jessie Wilcox Smith

Combas: las combas o skipping ropes eran uno de los jueguetes preferidos de los niños victorianos, ya que con un simple trozo de cuerda podían divertirse saltando solos, en parejas o jugando a saltar por turnos con otros niños, mientras dos de ellos movían la cuerda. Habitualmente los juegos de comba se acompañaban de pegadizas canciones infantiles.

Robert Salle

 

Como veis, los juguetes y juegos antiguos no son tan diferentes de muchos a los que jugábamos los niños de mi edad, y ni siquiera tan diferentes a los que juegan los más pequeños de hoy en día. Simplemente las peonzas de madera se han convertido en  peonzas plásticas o metálicas que se lanzan con una tira de plástico en vez de una cuerda y van decoradas con personajes de los dibujos de moda, los aros son están hechos de plástico y las rayuelas son electrónicas…

Pero lo que debe permanecer siempre vivo y no debería cambiar es la capacidad de un niño para que su imaginación pueda hacer que el juego más simple se convierta en todo un universo de fantasía.

Greenaway

Hasta el próximo post sobre juguetes victorianos!

15 comentarios sobre “Juguetes Victorianos I

    1. Pues no, no lo usaba porque no lo conocía. Siempre procuro mantener el «nombre» original de la imagen cuando pertenece a páginas que las comparten para que se le pueda seguir la pista. Hay que devolver los favores altruistas! Esta en concreto pertenece a una página de temática victoriana y ya veo que no soy la única a la que le ha gustado – más bien nos ha sido útiles a muchos. Bueno, espero poder publicar algún post más este mes, pero me faltan horas en el día para todo lo que tengo proyectado hacer…
      Que pases unas muy felices fiestas tú también!!!
      María

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  1. Preciosa entrada si,me a sorprendido que realmente a la mayoría de esas cosas hemos jugado todos los niños de hoy en día también:la comba,la peonza,las canicas,la escalera de Jabob…etc
    Además también me a sorprendido ver los cantillos , que son como los tazos que vienen en las bolsas de patatas y que yo pensaba que eran algo nuevo de esta epoca.Alegra saber que todos esos juegos no se han perdido.

    Por cierto, las ilustraciones son preciosas también, ¿quien es el autor o autores?

    Un saludo 🙂

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    1. Hola, Laura! Ante todo gracias por tu comentario, como siempre. Sí, los cantillos son como unos tazos antiguos; de hecho casi todos los juguetes son iguales a los actuales, simplemente han cambiado los materiales; y, por lo que se refiere a los juegos, son exactamente los mismos…
      En cuanto a las ilustraciones no he podido averiguar quién es el autor de la rayuela; las demás, excepto la de las niñas jugando a la comba cuyo autor es Robert Salle, son todas de la genial Kate Greenaway. Nadie como ella para plasmar la esencia de la niñez. Hace tiempo hice una entrada sobre ella en la que aparecen ilustraciones muy bonitas.
      Un saludo!!!
      María

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  2. ¡Entrañable! ¡y qué romántico el sentimiento de haber disfrutado una infancia victoriana! pasé horas jugando a la ‘piedra’, compitiendo al hula hoop, ganando ‘metras’ (canicas) y perdiendo jackstones – las tuve de metal y de plástico, y siempre con la pelotita de goma – sólo echo de menos los palitos chinos, pero está claro… son chinos y poco que ver con la era victoriana, supongo. En pleno siglo XXI la tecnología está aniquilando la capacidad de imaginar y es triste comprobar cómo los niños ya no saben jugar. ‘¿Una pelota? ¿qué hago con ella?me aburro…¿puedo usar el ordenador?’ (basado en hechos reales)
    Difícil superarte a tí misma, pero de post a post siempre lo consigues. Un besote.

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    1. Muchas gracias, Fina! Sí las cosas no habían cambiado tanto de la época victoriana a nuestra época. Quizás el poder adquisitivo era menor, lo que propiciaba que los juguetes fueran más sencillos pero no por ello menos jugables y sobre toda la tecnología no había sustituído a la imaginación. Además jugábamos mucho más en las calles, gritábamos, corríamos, nos manchábamos y llegábamos a casa llenos de heridas y moratones.
      Ahora escucho a mamás y papás en los parques gritando (eso sí sin levantarse de un banco): que te vas a caer, ni se te ocurra mancharte, que lo vas a romper, no grites tanto, para quieto que me mareas…
      Pues mejor le damos una «gameboy» y que esté quieto, callado y limpio. Cierto que los tiempos avanzan pero no creo que lo estemos haciendo demasiado bien.
      De un niño «momia» saldrá un adulto «momia», qué fácil lo tendrán los futuros gobernantes de una sociedad amomiada, ja, ja
      Felices Fiestas, y gracias de nuevo por tu comentario, amiga!
      María

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  3. María, si alguna vez te encuentras la última imagen, la de las chiquillas saltando, en un tamaño más grande, te agradecería un montón que me la mandases… es de un encanto y una modernidad extraordinarios, desde luego Greenaway era una artista extraordinaria…

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  4. Por supuesto María, yo fui un niño de los setenta y aquello se ha perdido, los críos jugando en la calle tirados en verano con los cromos y los juegos reunidos geyper y el tente desparramado en la acera, y los poliladros y tantas cosas… los niños de ahora se han brutalizado con tanta electrónica y tanto sedentarismo… bueno felices fiestas a todosss

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    1. Si, yo también era una niña de los setenta, de cuando se jugaba en la calle y a los padres no les importaba que bajaras tus juguetes para jugar con los demás niños. Y si se perdían o se rompían pues te aguantabas…Recuerdo los cromos – cuantos yogures comí para terminar las colecciones- las Nancys y las cartas de Las 7 familias – el gran drama cuando se perdió el niño tirolés, ja, ja, ja. Y por supuesto todos los juegos de correr de un lado para otro hasta acabar agotados.
      También recuerdo cuando los pre-adolescentes (como se les llama ahora) desaparecíamos del parque a la llamada de las madres desde la ventana porque comenzaba V. Los lagartos conseguían que el barrio quedara desierto, y al día siguiente tocaba comentar el episodio y cambiar los cromos que aparecían en la revista SuperTele. Lo pasábamos bien…

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    1. Sí, incluso creo que han reeditado un set en plan «Deluxe». Me encantaba poner a la familia en el orden correcto porque era como un puzzle que mostraba una escena del país correspondiente. También han reeditado la baraja de Parejas del Mundo con las chulísimas ilustraciones originales.
      En mi blog de recortables, en un comentario, me preguntaban por la baraja de Old Maid. Yo no la conocía. Me da que no se editó en España, pero encontré este enlace sobre él y por lo visto hay varias revisiones sobre la baraja original, pero siempre con unas ilustraciones muy chulas y cuidadas. Me gustó.

      http://www.flickriver.com/photos/picture-perfect-designs-jewelry/sets/72157615657179322/

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  5. Hola!

    Jo, yo soy más pequeña, pero también he vivido esto. Jugar en la calle toda la tarde, subir a casa a comerte el bocata de mantequilla con azúcar corriendo, para seguir jugando hasta que te volvían a llamar para cenar xDD

    Por cierto, si no te importa me gustaría compartir esta información tan genial en el foro que creo ya te comenté.
    Tenemos un hilo sobre juguetes y entretenimientos victorianos, por si quieres echarle un vistazo: http://anacronicos.foroactivo.net/t288-juegos-juguetes-y-entretenimientos-victorianos-para-ninos-y-adultos
    Muchas gracias! 😀

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    1. Hola, Raisa! Pues claro, que puedes poner el post en el foro. Yo ya he puesto el foro en el blogroll, que se me había despistado. Yo también tomaba los bocatas de mantequilla con azúcar pero mi madre le espolvoreaba Cola-Cao por encima, así que más bien era bocata de «pegote», pero estaba muy bueno, ja, ja
      Conocía esa masa líquida para hacer bizcochos pero no para hacer cupcakes. La verdad es que la repostería no es lo mío (sólo estoy especializada en ) y aunque no quiero ni imaginarme como quedaría mi frosting. De todas maneras le pediremos ayuda a Fina, que es una excelente cocinera para que nos dé algún truquillo o página para que pueda quedarnos presentable.
      Ah! Y felicidades por el foro.
      Un beso
      María

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